¿POR QUÉ ME HICE VEGETARIANA?

En mi caso, ha sido un tema ético el que me ha llevado a dejar de comer animales, aunque también está el tema de la salud. Desde niña siempre sentí cariño hacia todos los animales y aunque he comido carne hasta hace 5 años, reconozco que solo la comía muy de vez en cuando. Pero ¿que fue lo que me llevó a mi a dejar de comer carne?


CENTROS DE TORTURA. CRUELDAD INNECESARIA

La decisión de no volver a comer animales sucedió tras una visita a varias granjas ¿Pero por qué? Pues porque vi algo que nunca esperaba ver y que hasta el día de hoy me causa pesadillas. Aquellas granjas eran verdaderos centros de tortura. Lo primero que vi fue a una ternera que había nacido la noche anterior y que se encontraba metida en un cajón, mientras su madre, que estaba fuera pastando, no paraba de pegar berridos llamando a su bebé. Yo le acariciaba la cabeza mientras esperaba a que llegara la dueña para preguntarle qué le pasaba al animal para tenerlo ahí encerrado, y cuando dejaba de acariciarla, me daba con la cabeza para que continuara acariciándola, igual que lo haría un perro, lo que me hizo mucha gracia. Cuando la dueña por fin llegó, le pregunté por qué esa ternera estaba en un cajón donde no podía mover ni una pata y me respondió que así crecía y engordaba más rápido y se le podía matar antes. Según ella, le daban a comer un compuesto químico (ya que la leche de la madre era para los humanos) que le haría engordar y puesto que nunca iba a salir del cajón, su proceso de engorde sería rápido y en el momento en el que las patas le flaquearan y se cayera al suelo, ese sería el momento de llevarla al matadero. Me pareció terrible y espantoso hacerle algo así con un animal. A mi modo de ver era un trato inhumano y de una crueldad innecesaria.

Después vi que tenían como 40 corderitos de 1 mes de edad separados en dos grupos y me fijé que en un grupo de unos 15 corderitos había como 6 biberones y en el otro grupo, que era mucho más grande, solo había 3 biberones, lo que me llamó la atención asi que, como siempre, movida por la curiosidad, le pregunté a la dueña cómo es que el grupo más grande tenía menos biberones y ella me explicó que esos eran los machos que como no sirven para nada (porque no paren ni dan leche) iban a ser sacrificados al día siguientes así que para qué malgastar la leche (más biberones) con ellos si iban a morir enseguida. 

En otra de las granjas que visité, me espantó ver a una cerda tumbada encerrada en una jaula donde no podía ni levantarse, ni mover una pata. También pregunté qué le pasaba y me contaron que había parido y que la iban a tener así 4 meses, sin sacarla de ahí, para que no se tumbara sobre sus crías y matara a alguna por accidente. El estómago ya se me empezaba a revolver mientras, guiada por un ruido extraño, miré hacia atrás y vi al marido de esta mujer que estaba detrás cortando la cabeza de un cerdo con un serrucho.

De todas las personas que fuimos aquel día a visitar las granjas, yo fui la única que se sintió enferma de ver aquel maltrato. ¿Pero por qué no le afectó a nadie más? Quizás sólo me afectó a mí porque siempre he tenido un gran nivel de empatía, siempre suelo ponerme en la situación "del otro" ya sea persona o animal (nunca he hecho distinción) y no dejaba de imaginarme lo horrible que sería pasarme 4 meses tumbada de la misma postura sin poder levantarme o caminar, y sabiendo además, que en cuanto criase a mis bebés, me harían parir de nuevo y me volverían a esperar otros cuatro meses infernales y así sucesivamente, hasta que no pudiese parir más y entonces sería cuando me sacrificarían (menos mal que esa parte la desconoce la cerda).

Tras aquellas visitas a aquellos "campos de concentración", decidí no formar parte de esa tortura y alimentarme exclusivamente de vegetales.


TRATO INHUMANO

Para mí, los animales son seres vivos con el mismo derecho que tenemos los seres humanos a vivir nuestra vida en paz.

No podemos tratarlos como meros trozos de carne. Los animales se merecen ser tratados con dignidad y respeto. No podemos seguir criando animales para quitarles la piel y hacer abriguitos; no podemos exterminarlos por deporte, o para quitarles los colmillos; no podemos tener a las hembras pariendo sin cesar para comernos sus bebés... y un largo etcétera. 

¿Qué derecho tenemos a tratar de ese modo tan despectivo a otros seres vivos? Muchos dirían que porque somos superiores pero yo de ninguna manera pienso eso. No somos superiores, somos distintos. Además ¿de verdad es superior una raza que mata a su propio planeta, que envenena sus ríos y océanos, que tala sus árboles sin control, que provoca incendios de bosques con fines económicos o que extermina a otras especies sólo por ser distintos? Yo lo que creo es que el ser humano es un cáncer para este planeta y hasta que aprendamos a comportarnos, los que se han ganado seguir viviendo, son los animales. Todo lo que tocamos lo destruimos.


LA CARNE, ESE COCTEL QUÍMICO

Nadie lo piensa pero un filete es un cadáver en descomposición, un trozo de un animal que con toda seguridad ha sido maltratado, golpeado, marcado, hormonado, muerto y descuartizado. Mientras el animal está vivo, se le mantiene en espacios cerrados alimentado con un cóctel químico para su rápido engorde. En la mayoría de los casos es un animal que no ha corrido, no le ha dado el sol, es un animal enfermo con mucha química en su organismo. Y una vez muerto, como sucede con todo ser vivo (en este caso, muerto) comienza el proceso de descomposición. Sin embargo, para que esa carne llegue a los comercios con buena pinta, debe ser "tratada" con más productos químicos que después uno se come. ¿Y nos seguimos preguntando por qué hay tanto cáncer?

En resumidas cuentas, en las granjas de cría industrial, aparte del uso desmesurado de antibióticos, tranquilizantes y conservativos, durante la vida de un animal, este también recibe un cóctel químico con vacunas, analgésicos y como he dicho antes, hormonas del crecimiento. Este tratamiento comienza ya antes de que nazcan los animales y continúa incluso cuando ya han sido sacrificados. Por lo tanto, a eso hay que añadirle aquellos que hacen que la carne se vea fresca como el gas de monóxido de carbono (venenoso), y productos de nueva creación como la baba rosa que se encuentra en el 70% de la carne procesada a la que se le añade amoniaco para que la carne se vea más "jugosa". Si bien estos productos químicos continúan presentes en la carne cuando usted se la come, la ley no exige que se le especifiquen al consumidor.

Además de los venenos químicos explicados anteriormente, la carne transporta muy a menudo las enfermedades de los animales, que encajonados en condiciones de escasa higiene y sobrealimentados artificialmente enferman con demasiada frecuencia. A eso hay que sumarle que muchas enfermedades de los animales de granja, son ocultadas por los ganaderos y estos son llevados al matadero a sabiendas de que el animal tiene por ejemplo como en el caso de las vacas cuyo número va increscendo, leucemia.

Varios organismos y universidades sobre todo en los Estados Unidos como la Academia Nacional de Ciencias de los EEUU  o la Asociación Americana de Cardiología, han vinculado el comer carne con el cáncer y han presentado evidencias de que una dieta altamente saturada de grasas animales es un factor esencial en la alta incidencia de enfermedades cardíacas. Esto es un hecho. Como ven, no solo el tabaco produce cáncer.

¿Pero qué es esa famosa baba rosa que ahora se le echa a la mayoría de los productos cárnicos?

En realidad este término se ha acuñado de su traducción del inglés "pink slime" y es unaditivo alimentario hecho a base de deshechos y subproductos cárnicos con tratamiento químico. Estos deshechos cárnicos son por ejemplo los recortes de la carne de baja calidad del espinazo, el recto, otras áreas intestinales y tejidos conectivos remojados con un gas de amoniaco para matar bacterias como el E.Coli ya que estos retazos de la vaca son los que tienen más probabilidades de contener E-Coli. Sin embargo, incluso después del tratamiento para matar todos los patógenos, una investigación hecha por el New York Times, así como un estudio hecho por los microbiólogos Carl Custer y Gerald Zemstein, revelaron que las bacterias todavía existen en el producto. 

¿Y por qué se le añade esta baba rosa a la carne? Pues muy sencillo, volvemos a la cuestión de siempre: el dinero, o mejor dicho, el enriquecimiento de unos pocos a costa de la salud de muchos. Este brebaje colorido de Pepto-Bistol puede aumentar un 15% cualquier producto de carne de ganado disminuyendo así el costo de carne molida de res. Pero para más inri, como el amoniaco utilizado para tratar la carne es prácticamente un agente de transformación, y no un ingrediente, no tiene por qué aparecer en las etiquetas.


IMAGINEMOS OTRO FUTURO

Cuando escucho a mucha gente hablar "cargados de razones" sobre que los animales han nacido para ser sacrificados a nuestro antojo y sandeces como esa, me viene a la cabeza lo siguiente: ¿Que pasaría si una raza superior venida de otro planeta aterrizara en la tierra y se comportara con nosotros como nosotros nos comportamos con los animales?... Matarían a los hombres porque no valen para nada, a las mujeres nos tendrían encerradas en centros oscuros sin apenas luz pariendo sin parar para comerse a nuestros bebés (porque eso es lo que hacemos los seres humanos, alimentarnos sobre todo de bebés de otras especies), harían cacerías por diversión o para el "control de población excesiva", sacarían a algunos hombres a "torearles" en un ruedo mientras los alienígenas disfrutarían matándolos poco a poco, a los niños los castrarían a lo vivo (como se hace con el ganado) y si mueren desangrados o de una infección, pues al plato...



¿SE RESIENTE LA SALUD SI NO COMEMOS CARNE?

Yo recuerdo que todo el mundo me solía decir que si no comía carne iba a padecer mil y una enfermedades, que me entraría debilidad, tendría dolores de cabeza constantes, que mis huesos se resentirían, etc. La lista de sandeces era interminable. Sin embargo, al año de hacerme vegetariana me hice un chequeo exhaustivo de sangre y orina para ver cómo estaban todos esos niveles que aparentemente se iban a volver locos pero me quedé sorprendida al ver que tenía todo perfecto, en sus límites. Desde luego fue una sorpresa porque cuando comía carne, recuerdo perfectamente que siempre tenía algún pico, algo fuera de sus límites, como el colesterol o la falta de hierro. Sin embargo, tras un año de alimentarme a base de tofu, seitán, legumbres y demás vegetales variados, resultaba que había alcanzado la perfección. ¿Cómo era eso posible si se suponía que iba a ser casi una muerta andante? Evidentemente no hay que creerse todo lo que nos cuentan, porque ¿de qué vivirían los ganaderos si no? 

Tengo por costumbre realizarme un chequeo sanguíneo cada año y desde entonces siempre me han dado perfectos. Además, desde que soy vegetariana, no he vuelto a enfermar, ni siquiera con un simple catarro. Desde luego, yo solo tengo buenas palabras acerca de ser vegetariano y animo a todo el que se esté planteando dejar de comer animales, a que lo pruebe. No se arrepentirá.


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